LOS RADICALES SE ABSTIENEN 1933

Los concejales Lordi y Corona Martínez concluirían sus mandatos, según sorteo del Concejo, el 30 de abril de 1933.

Los radicales se abstienen

Los concejales Lordi y Corona Martínez concluirían sus mandatos, según sorteo del Concejo, el 30 de abril de 1933. El concejal Sergio López, perdió la vida en trágicas circunstancias el 2 de marzo de 1 933. En cuanto al concejal por la minoría, don Mariano Faraldo, quedó excluido por el Concejo e! 25 de febre­ro, en virtud de sus reiteradas ausencias.

Así, se dispuso convocar a elecciones para el día 2 de abril de 1933, oportunidad en la que se elegirían tres concejales por la mayoría y uno por la minoría.

Los radicales objetaron la convocatoria y la impugnaron ante el Ministerio del Interior, donde ya no estaban sus correligionarios, sino que había funcionarios del partido Conservador, durante la presidencia del general Agustín P. Justo.

Como la impugnación no prosperara, los radicales dispusieron abstenerse de concurrir a elecciones comunales, tónica que también había adquirido para la UCR en el orden nacio­nal, postura de repudio al gobierno conserva­dor como sucesor de la revolución del año 30 que derrocara a Yrigoyen.

De ese modo, el partido Socialista concurrió solo a la elección, circunstancia que no hizo perder el entusiasmo al electorado si se considera que votaron por los únicos postulantes casi 900, ciudadanos. En efecto, el escrutinio arrojó estos guarismos: doctor Juan A. Ozino Caligaris, abogado 875 votos; Víctor Lordi, 892; Bernardino Aguirre, 813 votos y sorpresivamente, apareció un ciudadano, don Juan A. Fernández, que recibió 60 votos sin ser candidato de lista alguna.

El nuevo Concejo municipal, completado con Rodríguez Rubial, era totalmente socialista y eligió como presidente al doctor Ozino Caligaris.

En 1934 la situación política local continua­ría sin variantes: los socialistas en la difícil tarea de gobernar, y los radicales en la abstención. Ya no se trataba de una cuestión lugare­ña, sino de la adopción de una postura del radicalismo en el orden nacional. Pero los comités de la Juventud Radical en Santa Rosa, General Pico, Quemú Quemú, entre otros, habían hecho oír su voz de protesta por !a política abstencionista de los dirigentes mayo­res del radicalismo.

El 16 de marzo de 1934, el Concejo que presidía el doctor Ozino Caligaris, hizo la convocatoria para el 15 de abril a fin de elegir dos concejales por la mayoría y uno por la minoría y un juez de paz suplente. Parecía que los radicales volverían a la palestra, pero en asamblea realizada el 25 de marzo insistieron en la continencia electoral.

Pocos días antes de verificarse el comicio, vecinos de Santa Rosa constituyeron un comi­té denominado Unión Popular, que eligió sus candidatos para concurrir a elecciones.

El 15 de abril votaron 1.239 ciudadanos y el escrutinio arrojó estos resultados: para concejales, Quirino Eijo, 637 votos, Juan Bergonzi 636, ambos socialistas; por la minoría, Martín de la Mata (Unión Popular); 509 votos; y Arturo Folgueras (U.P.) 501 votos. Para juez de paz suplente, el candidato socia­lista Enrique Samper 641 votos, contra 526 de Ramón Lema, de Unión Popular.

Radicales en la Lucha

El período 1934/35 fue para el gobierno comunal socialista bastante difícil, pordificultades económicas debidas a la resistencia de las fuerzas vivas en el pago de tasas y patentes. Tan era de complejo el problema que, el Concejo resolvió dar instrucciones al asesor, doctor José D. Nale, para que querellara criminalmente a los ex comisionados en razón de que una investigación administrativa había determinado serias irregularidades en el manejo de los fondos públicos.

El 30 de abril de 1935, concluían los manda­tos de los concejales Lordi y Caligaris y del juez de paz, y mucho antes de la convocatoria se iniciaron los aprestos electorales. Los radicales ya habían revisado su actitud abstencionista y se movilizaron con gran ahinco. Públicamente, el Centro de Almaceneros y otros grupos de las llamadas fuerzas vivas, apoyaron a los radicales para decidirlos a presentar candidatura. Los socialistas veían debilitadas sus posibilidades, pues un litigio partidario había provocado el alejamiento de destacadas figuras de sus filas.

Mujeres en Política

El comité radical había renovado algunas de sus figuras dirigentes. El ex juez nacional Dr. Floricel Pérez ejercía el patronazgo indiscutido, secundado por los abogados Peyregne y Amit, éste último haciendo sus primeras armas en la política pampeana.

La novedad la introdujeron precisamente los radicales, al incorporar a varias mujeres en la lucha política, varias de las cuales se destacaron por sus dotes oratorias, por entonces señoritas Clotilde Tomé, Dora Gómez Quevedo, Laura Giménez y Zelmira Sansinanea (hoy esposa del ex-gobernador Regazzoli), quienes compartieron la tribuna radical con los jefes del movimiento.

Esta campaña fue particularmente agitada, menudeando los actos públicos en el centro y jh los barrios. Los dos partidos presentaron como oradores a jóvenes militantes. Los socia­listas, en un esfuerzo por neutralizar el alejamiento de algunas figuras de gran valor, inauguraron un subcentro en Villa Santillán que llevó el nombre de Sergio Lopez En la habilitación de la nueva sede, hablaron Domingo García, Quirino Eijo y el diputado nacional Gerónimo Dellalata (Avellaneda). En el acto de clausura en la esquina de la tienda Galli (hoy Galver), ocuparon la tribuna socialista Cristóbal Rodríguez Kessy, Enrique Samper, José D. Nale, Víctor Lordi y los diputados nacionales Francisco Panal y Manuel Palacín (el paso de este último legislador por La Pampa lo impresionaría mucho y dio motivo para un libro de poesías titulado “Canción de Utracán”).

Extraído del Libro del Centenario 1892 – 1992

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