Dr. Sadit PEYREGNE-30-04-1935-30-04-1937

INTENDENTE: Dr. Sadit PEYREGNE

Dr. Sadit PEYREGNE

Nadie puede escribir nota alguna sin incorporar, aun cuando sin desearlo, sus propias sensacio­nes frente al hecho narrado o circunstancia analizada. De allí que esta semblanza no habrá de resultar del todo objetiva, desde que el punto de vista del observador – en este caso – está totalmente comprometido a partir de una estrecha vinculación profesional del firmante con el Dr. Sadit Peyregne, que es a quien me estoy refiriendo.
Corre el mes de abril de año 1921 cuando el hasta entonces estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Buenos Aires recibe el título de Abogado y en el mes de agosto del mismo año alcanza el título de Doctor en Jurisprudencia y todo esto ocurre al tiempo que el mismo tiene tan sólo 21 años de edad, lo que le valió un tiempo de espera hasta alcanzar la mayoría de edad, a la sazón 22 años, para poder matricularse y comenzar a ejercer su profesión. Nacido en Mercedes, Buenos Aires, en el mes de marzo de 1986, poco tiempo después de recibido llega a esta ciudad de Santa Rosa y hace de es­te lugar su verdadero terruño, dedicando todo su tiempo a la profesión de abogado que ejer­ce con pasión, pero también y con el mismo entusiasmo, inmerso en la política lugareña del por entonces Territorio Nacional de la Pampa y siempre preocupado e inquieto observador de la comunidad en la que en forma inmediata se inserta.

En el año 1935 es electo Concejal Municipal y en la primera reunión del cuerpo (5 concejales) es designado Presidente del Consejo, lo que en la actualidad denomina­mos Intendente Municipal, recordando que en dicho año tocó a esta población sufrir los avatares de la terminación de la concesión eléc­trica a favor de la Cía. Sud Americana de Ser­vicios Públicos (el día 01-10-35) y nacía la ac­tual Cooperativa Popular de Electricidad de Santa Rosa como nueva concesionaria, sien­do historia bien difundida la precariedad de medios con que comenzó la prestación y la lu­cha que llevaron a cabo aquellos pioneros. Un hermano del Dr. Peyregne, entendido en ma­quinarias, trabajó junto a Savioli poniendo el alma y “la leña” para concretar el servicio con las viejas trilladoras.
Si bien fue ese año el que demandó quizá su mayor dedicación, Peyregne sigue el frente de la Comuna y es nuevamente electo en el año 1942 siendo el Dr. Ismael . Amit el Vicepresidente del Consejo. Es en ese año que se dispone la construcción del nuevo edi­ficio municipal y se ponen en marcha las obras de cloacas en la ciudad y finalmente, sin concluir el período para el que fuera elec­to, termina su mandato en el mes de diciem­bre de 1943 por decisión del gobierno de facto nacido el 4 de junio de ese año.
En el año 1937, en oportunidad de un gran premio Atomovilistico de Turismo de Carretera que hiciera etapa en esta ciudad, que el Dr. Peyregne pone en marcha la idea de la instalación de una estación de servicio del Automóvil Club Argentino, cuando el país tan solo contaba con tres de ellas, la que finalmente es inagurada en el mes de junio 1943, en el actual emplazamiento y en terrenos adquiridos por el mismo Peyregne con mandato a tal efecto, pero según sus recuer­dos, señando la operación con dinero propio para asegurar el negocio de compra.
Peyregne había contraído matrimonio con I.María Rega Molina, hermana del escritor Horacio Rega Molina de conocida trayectoria en el mundo de las letras y su domicilio se en­contraba en el actual edificio de la Cámara del Crimen no 2, edificio hoy tenido como patrimo­nio cultural de la ciudad. Su vida fue cierta­mente llena de dolor por cuanto sufrió la pér­dida de una hija que ya cursaba estudios uni­versitarios y posteriormente, en el mes de se­tiembre de 1957 y cuando ejercía el cargo de Ministro de Gobierno y Obras Públicas de la provincia, en un recordado accidente de aviación fallece el hijo Sadit Luis, novel y promiso­rio abogado, pereciendo en esa oportunidad también el padre del Dr. Claudio Pérez Martí­nez y un amigo de ambos. Esta circunstancia determinó que en el mes de noviembre del mismo año Peyregne se viera precisado a re­tornar a la actividad profesio­nal que había delegado en su hijo y que ejercería hasta los últimos años de su vida.
Viudo de sus prime­ras nupcias, contrajo matri­monio con la señora Milagros Vázquez y de allí que a su fa­llecimiento, ocurrido el día 6 de enero de 1985, le sucedie­ra la misma, su hija Raquel Beatriz Peyregne -esposa del Dr. Enrique Di Liscia- y dos nietos, hijos de su trágica­mente desaparecido hijo ya citado.
Su actividad profesional fue ampliamente difundida junto a otros abogados de nota que hicieron parte de la historia de esta tierra que quería ser provincia, pudiendo res­catar entre otros a los doctores José D. Nale, Juan Caligaris, Pedro Berhongaray, Pablo Fernández como así los procuradores Benig­no Palasciano y Domingo Gentile a todos los cuales tuve el placer de conocer, tratar y compartir trabajos y encuentros y todos verdaderos luchadores en los pleitos pero sanos y leales en el proceso. La cita de estos nombres la hago por cuanto son aquellos que en mi co­mienzos en esta provincia mas llamaron mi atención, sin dejar de consignar que había otros profesionales de real valía pero que, por una u otra causa no sellaron mi recuerdo tan firme como los que he indicado.
Peyregne era destacado tirador de armas cortas y practicante de ese deporte y por tal causa se vinculó apenas llegado, a aficionados con los cuales el 17 de julio de 1919-fundaron la Asociación Tiro Federal de Santa Rosa. En el año 1939 es también socio funda­dor del Rotary Club de esta ciudad y participa de la vida social de otras instituciones, así como de movimientos vinculados con la Iglesia Católica, ya que era de fuertes convicciones religiosas que siempre cultivó. Reclamó y par­ticipó activamente en la formación de nuestro Colegio de Abogados y Procuradores y fue su Presidente en los años 1965/68 e integrante del Tribunal de Disciplina por varios periodos.
La biblioteca de nuestro colegio se enriqueció con la donación del total de los vo­lúmenes que tuviera el Dr. Peyregne en su es­tudio, actitud asumida por su familia en home­naje al mismo y sabedores que tal hubiera sido el destino que aquel habría querido que tuvieran sus libros.
Era mi intención hacer una breve reseña de la vida de un Maestro del derecho pero tan larga y activa fue la misma que lo dicho hasta aquí es tan solo un apunte de datos biográficos ya que resulta imposi­ble comprimirla en pocas líneas. Le llamo finalmente Maestro por que a cuantos pudieron frecuen­tarlo les dejó la enseñanza del esfuerzo en la realización de las cosas, de la nobleza en las actitudes personales y profesionales, de la honestidad sin límites y de la generosidad por esencia, ínsita en su persona desde siempre y hasta el final, del estoicismo al mismo tiempo que el entusiasmo por su trabajo, de sus inquietudes por la sociedad que quiso siem­pre mejor. Que fue Abogado, así con mayús­cula y sin mácula alguna en tantos años de ejercicio por que nunca faltó a su juramento. Por último, creo sinceramente que fue un Gran Abogado pero mas aun, un Gran Hom­bre y yo tuve el privilegio de conocerlo, tratar­lo y aprender muchísimo de él. ° Semblanza de un Abogado
Por: Víctor Luis MENENDEZ

Twitter Facebook Contáctanos