DISCURSO CONCEJAL MARIELA CABREROS

Al comienzo de la sesión, la concejala Mariela Cabreros hizo una reflexión sobre la situación que vive la ciudad, citando palabras del mismísimo Juan Domingo Perón.

Simplemente es para traer al recinto unas breves reflexiones, atentos a los días que están transcurriendo y al escaso espacio que nos queda para poder darle una solución favorable a muchos vecinos de la ciudad, que la están esperando para el acceso a la tierra y el acceso a la vivienda. Si me permiten yo pertenezco al Partido Peronista, en consecuencia voy a tomar las palabras de Perón. Él nos decía, la vivienda no es un privilegio del hombre que puede, sino uno de los derechos del hombre del pueblo, palabras sumamente significativas que no se quedaron jamás en lo simbólico, porque el peronismo implicó un quiebre en las políticas de viviendas populares ya que los planes dispuestos por el ejecutivo nacional, fueron acciones sistemáticas, planificadas y sostenidas en el tiempo. En este sentido las masivas construcciones no generaron solamente el efecto contenedor de la problemática de la vivienda, generaron también transformaciones en el plano simbólico. El sueño de la casa propia se materializaba finalmente y los sectores populares marginados hasta ese momento accedían al beneficio de la vivienda propia., al bienestar y al espacio público. La vivienda implicaba la llave de acceso a una vida urbana y todo lo que esta implicaba. A la vez reafirmaba la identidad del obrero con el movimiento peronista que comenzaba de esta manera a dibujarse. La cuestión de la vivienda nada menos estoy planteando, la cuestión del derecho a la tierra, derecho que se hizo constitucional en 1949, algo que no debemos olvidar. En este sentido la diferencia del peronismo con otros gobiernos fue la materialización de las ideas, el acceso masivo a la casa propia, punto final en la lucha por el ascenso social. Por primera vez en la historia del país, la política de vivienda fue asumida por el gobierno nacional e incluida en un plan de gobierno a largo plazo, cuyo objetivo era dar solución al grave problema social que la vivienda representaba, mejorando las condiciones de vida de los sectores bajos y medios, se estimulaba a su vez la industria de la construcción. El derecho a la vivienda fue además la cristalización del estado interventor ya que el reconocimiento al mismo implicó el compromiso de transformarse en garante de su ejecución. Las políticas implementadas por la gestión de Perón en materia de vivienda no tuvo antecedentes en el país, las acciones efectuadas fueron encauzadas mediante dos tipos, la primera fue llevada a cabo en forma directa por el estado mediante la construcción de viviendas, la segunda fue implementada en forma indirecta por medio de la asignación de créditos a cargo del Banco Hipotecario Nacional materializado en chalets unifamiliares. Fue recién en 1948 cuando se aprobó la Ley de Propiedad Horizontal, que autorizó la división de la propiedad por unidades permitiendo la adquisición de departamentos. No fue sino hasta 1946 cuando a través de la prolongada intervención estatal volvió a fijarse un antes y un después en la forma del habitar. El antes representaba la acción privada que benefició con los nuevos tipos a sectores altos y medios, el después implicó la inclusión de los sectores populares en el acceso a la vivienda, al confort y a la reconfiguración de las ciudades. El peronismo no inventó ni tipologías ni criterios, ni modelos uniformes de construcción que fuesen una marca identitaria de la gestión, porque la política decía Perón no crea formas arquitectónicas sino que realiza una operación de selección de formas dentro de un espectro de posibilidades planteadas previamente. Es decir la arquitectura de la vivienda estaba diseñada para promover en el individuo el apego a la vida familiar y se asoció también a las ideas de ascenso social y conciliación de clases. Y en los espacios destinados a departamentos, monoblocks destacaron los espacios de intercambio comunitario y fomentos de lazos de sociabilidad. Decía Perón también, tenemos una moral que cumplir, una familia que defender, una patria que honrar. Si el trabajo dignifica, la vivienda cierra el círculo perfectamente. Se destacó en la gestión de Perón entonces, el acceso de toda la población a la vivienda sin discriminaciones, este hecho propiciado por la urgencia que ejercía la presión poblacional de los centros urbanos, significó además de un hecho material, un hecho simbólico, el derecho de miles de obreros hasta ese momento ignorados a tener. Poder acceder a una vivienda significaba poder acceder a la ciudad, a la vida cultural de la urbe, a sus calles a sus espectáculos bajo legitimidad que le confería el estado como sujetos de derecho. Creo que nada ha cambiado desde entonces, ni en lo simbólico ni en lo material. Creo que el gobierno de la Presidenta Fernández de Kirchner va por este camino y sin duda ha hecho un enorme esfuerzo para que todos los estratos sociales puedan llegar a la vivienda propia. No desmerezcamos tanta historia, no desmerezcamos tanto esfuerzo, procuremos estar a la altura de lo que la gente nos ha requerido con su voto. Muchas Gracias.

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