Don Víctor LORDI-25-05-1928-19-07-1929

Don Enrique J. GARRIZ

Don Víctor LORDI

Un socialista, presidente del Concejo Municipal de Santa Rosa, en el año 1921.
El semanario “Germinal” (Órgano del Centro Socialista, en el número 79, año IV) que se editaba en Santa Rosa (Pampa Central), el día 31 de enero de 1918, publicaba el siguiente aviso: “Taller mecánico, Especialidad en Molinos, Bombas, Pozos Semisurgentes de gran Rendimiento con máquinas perforadoras, Motor a Nafta y Máquinas Agrícolas de Víctor Lordi y Manuel García, Calle Aisina 637, Santa Rosa (La Pampa). El aviso ocupaba un espacio de 12 x7 cm.
Inicio esta nota con esa referencia porque documenta la presencia de Víctor Lordi, en Santa Rosa.- En el número correspondiente al 20 de junio de 1918, el aviso, con el mismo tamaño, es publicitado, solamente por Víctor Lordi. A partir del número del 11 de julio de 1918, el aviso, sin reducir el texto, achica el espacio a 6×4 cm. Hemos visto su permanencia en números del año 1919 y del año 1921. Lordi, tenía, entonces veintitrés años de edad. Había nacido en San Gregorio Magno, Provincia de Salerno (Italia) en el año 1895. Ingresó al país, con sus padres, cuando tenía siete años. Era casado con Juana Morelo (1914), y tenían dos hijos cuando llegaron a Santa Rosa, Gregorio y Margarita. Juana Morello, falleció en Santa Rosa en el año 1938. Dejaba cinco hijos. Los dos que trajeron cuando arribaron a la ciudad y tres nacidos con posterioridad Domingo, Raúl y Mary. Lordi contrajo segundas nupcias con Francisca Miraglia, con quien tuvo una hija, Teresa. Lordi falleció en Santa Rosa en el año 1960, tenía sesenta y cinco años, de los cuales había vivido en Santa Rosa cuarenta y dos, casi medio siglo.- En el tiempo de la ciudad, cien años, es mucho tiempo. El aviso revela cual fue su profesión, mecánico, con especialidad en molinos, bombas y pozos semisurgentes. En el trabajo rural de instalación de aguadas, la vida de Lordi, es una parte de la historia que nadie ha escrito sobre el desarrollo de nuestra ganadería. No era un geólogo, pero había visto las capas de suelo, las napas de agua, los “lloraderos”, y tenía sabido un mapa del agua subterránea, en una amplia región que recorrió con aquel camioncito Ford, con caja de chapa, y aquellas armaduras de hierro adosadas a un lado de la carrocería, que le permitían transportar el material esencial en su trabajo, caños y varillas.
En el periódico “germinal” del 23 de octubre de 1919, aparecía la primera actuación política. Una pequeña información dice: -“Se acuerda dar próximamente una velada artística literaria designándose para organizaría una comisión compuesta por los siguientes ciudadanos: Manuel Rodríguez, Cayo Cabero, Lázaro Galdín, Víctor Lordi y G. Lamas (Se refería a la acción del centro socialista).
El periódico “Germinal”,, en la edición del 13 de enero de 1921, da cuenta de la incorporación de Lordi a la Comisión Directiva del Centro Socialista de Santa Rosa. Dice la crónica del hecho: “Centro Socialista – Enero de 1921. Asamblea ordinaria. Con asistencia de afiliados y simpatizantes se abre la sesión a las 17. Preside el ciudadano Genaro Lamas. Se da lectura al acta de la sesión anterior la que se aprueba. Por Secretaría se informa la correspondencia habida. De acuerdo a la Orden del Día se pasa a cuarto intermedio para elegir la nueva C. A. Que desempeñará su mandato desde enero a junio próximo. Verificado el escrutinio resultan proclamados por mayoría de votos los ciudadanos Lázaro Galdín, José D. Nale, Antonio Lamas, David Justus, Victor Lordi, Santiago Badillo y Domingo S. Gentili. Revisores de cuenta Genaro lamas y Clemente Martín. Miembros del Comité Pro-Presos Lázaro Galdín, Victor Lordi y José D. Nale”.
El periódico “Germinal” del día 27 de octubre de 1921, publica la proclamación de los candidatos del partido en las elecciones municipales. La lista proclamada incluye a Víctor Lordi, Domingo S. Gentili y Luis Gierean. La misma asamblea aprueba la plataforma electoral del partido. Expresa lo siquiente:
1° Creación de cantinas escolares y provisión permanente de útiles, libros y ropas a
los alumnos de las escuelas fiscales que lo soliciten. –
2° Subvención y fomento a las bibliotecas populares y centros de cultura intelectual.
3° Salario mínimo de seis pesos diarios o ciento cincuenta pesos mensuales para los
obreros y empleados que directa o indirectamente dependan de la municipalidad y
seguro sobre accidentes a los mismos.
4° Creación de un servicio fúnebre municipal gratuito.
5° Municipalización completa de la carne.
6° Municipalización en cuanto los recursos lo permitan de los otros servicio
públicos que puedan abaratar la vida.
7° Cumplimiento estricto de las ordenanzas sobre higiene en los establecimientos
industriales.
8° Instalación de las cámaras asépticas como medida de salubridad pública y
reglamentación e inspección de toda clase de construcciones.
9° Delineación nivelación y pavimentación del municipio y canalización para los
desagües de las calles adyacentes.

Esa es la plataforma del Partido Socialista en las elecciones del 6 de noviembre de 1921. En esas elecciones Lordi es el candidato que obtiene menos votos. En el año 1925 es elegido concejal junto a Alfonso Corona Martínez. Los otros dos cargos (el Concejo Municipal se integraba con cuatro) se cubren con los concejales radicales Sansinanea y Neveu. La elección de Presidente del Concejo recae en Victor Lordi. El diario “La Autonomía”, del 23 de mayo de 1925, comenta este hecho en la primera hoja bajo el título “La Presidencia del señor Lordi. Dice: “En la designación para presidente municipal de Santa Rosa, recaída en el concejal socialista, señor Víctor Lordi, por votación del concejal socialista, doctor Corona Martínez y de los concejales radicales Sansinanea y ‘Neveu, el vecindario de la capital del territorio, necesariamente experimentará una sensación^ de tranquilidad y de confianza en la corrección, serenidad y firmeza de su actuación.
El voto que lo unge presidente del concejo, y el comentario del diario “La Autonomía”, es la expresión de una conciencia colectiva, libre de sujeción o compromiso de partido o de grupo alguno.
Se informa la correspondencia habida. De acuerdo a la Orden del Día se pasa a cuarto intermedio para elegir la nueva C. A. Que desempeñará su mandato desde enero a junio próximo. Verificado el escrutinio resultan proclamados por mayoría de votos los ciudadanos Lázaro Galdín, José D. Nale, Antonio Lamas, David Justus, Victor Lordi, Santiago Badillo y Domingo S. Gentili. Revisores de cuenta Genaro lamas y Clemente Martín. Miembros del Comité Pro-Presos Lázaro Galdín, Victor Lordi y José D. Nale”.
¿Cuáles son los hechos que dan lugar a la formación de este tipo de juicio sobre la conducta política de un vecino, mecánico de profesión, afiliado al Partido Socialista
-Han existido una serie de hechos que muestran en sus decisiones, a un hombre moderado, nunca extraño a larealidad. La Pampa, no era entonces, un paraíso de campos, haciendas y cosechas. La huelga de la Liga Agraria, conmovió los campos y el país. Antonio Buira, colono en Inés y Carlota, y en las proximidades de Cachirulo, en aquellos años, dirigente agrario, lleva una conducción inteligente en los problemas de los chacareros. Es afiliado al Partido Socialista y escribe en “Germinal”. La huelga significó detención para algunos dirigentes. Victor Lordi no es agrario, integra por el Centro socialista la Comisión de “Presos Sociales”, como se los llamaba.
En el Congreso Socialista realizado en Bahía Blanca en el año 1919, el delegado por Santa Rosa, el joven José D. Nale, vota la posición más avanzada, en nombre de los cuarenta y dos aliados del Centro, que sostiene del Valle Iberiucea de incorporación a la Tercera Internacional alrededor de la Revolución rusa de 1917, nacida en Moscú. José Nale, que egresa ese año de 1919, en la primera promoción del Colegio Nacional de Santa Rosa, al cual está afiliado Lordi. El Comité Ejecutivo del Partido Socialista mantiene el control del Partido y su vinculación con la Segunda Internacional. Producidos esos hechos, el C.E. del Partido toma medidas internas con un grupo de afiliados reconocidos como grupo “claridad”, que lo cuestiona.
Esas medidas deben ser tratadas en todos los centros del país. Debe votarse la aprobación o la desaprobación de las medidas disciplinarias adoptadas por el Comité Ejecutivo. En una asamblea, en Santa Rosa, la mayoría, aprueba la actuación del Comité Ejecutivo. Lordi vota por la aprobación. Es la actitud moderada en la lucha interna. Lordi reproduce en su acto el consejo del fundador del Partido, Juan B. Justo, “demasiado nos dividen los intereses, para dividirnos por meras jactancias de teoría”. En el año 1921, ocurren los sucesos de Jacinto Arauz, por la presencia de un grupo de esquirois, en las estibas, para romper la huelga de los bolseros federados, traídos desde Bahía Blanca. El episodio culmina con un enfrentamiento de bolseros con la policía con el resultado de dos obreros, un oficial y dos agentes de policía muertos, y varios obreros y gendarmes heridos,. El hecho sucedió el día 9 de diciembre de 1921. Lordi integra la Comisión de presos “sociales”, que en “Germinal en la edición del 22 de diciembre de 1921, da un comunicado que dice: ‘El comité pro-presos ante los sucesos de Jacinto Arauz. Con motivo de los desgraciados sucesos de Jacinto Arauz, el Comité pro-presos de esta ciudad (Santa Rosa) celebró una sesión extraordinaria para considerar la actitud que asumiría frente a los presos acusados de participar en aquel hecho. El comité resolvió con todo acierto tomar bajo su patrocinio la defensa y cuidado de dichos presos, caídos heroicamente en la lucha contra el crumiraje organizado y contra la policía puesta servilwnte a servicio de las empresas capitalistas”. Los presos de Jacinto Arauz son con mejor título que ninguno de todos los atendidos por Comité, presos sociales, presos que hasta pagaron con sangre su tributo a la lucha de clases, hoy más cruenta y decidida que nunca”.
Lordi es siempre el moderado que trabaja por el “bienestar mensurable del pueblo”, como definía la acción del socialismo Juan B. Justo, en “Teoría y Práctica de la Historia”.
Lordi no había leído a Carlos Marx, no era un intelectual. Era sí, un hombre inteligente y sagaz. En esos años en que Lordi comienza a actuar en el Centro Socialista de Santa Rosa, 1918 o 1919, “Germinal”, tiene un aviso de la Comisión Administrativa de la venta del Libro “El Capital”, de Carlos Marx, traducción de Juan B. Justo. Era la primera traducción al castellano, del libro de Carlos Marx.
El episodio de Jacinto Arauz del 9 de diciembre de 1921, fue incorporado a la literatura del país, en el libro “Los Anarquistas expropiadores, simón Radiowitzkí y otros ensayos” bajo el título de “Masacre de Jacinto Arauz”, por Osvaldo Bayer, editado por Editorial Galerna, en el año 1975. Estas referencias de tiempo o actitudes tomadas de publicaciones de entonces permiten ubicar al Víctor Lordi, vecino de Santa Rosa, al que se le confia la presidencia del concejo municipal cuando tiene treinta años de edad.
Yo lo conocí a don Víctor, -así lo trataba en las relaciones comunes del vecindario-, en el año 1934. Venía huido del oeste, desde Victorica, donde los quince votos que reunía en las elecciones municipales el socialismo, no bastaban para protegernos ante la hostilidad política para sobrevivir, en una relación de trabajo permanente. Había llegado allí con mi familia cuando tenía 13 años. Mi padre era agente de la gendarmería volante de Territorios, una fuerza de vigilancia que se creaba y se daba de baja, en forma periódica. Había cursado allí el sexto grado, que ya había cursado antes en la escuela No 5 de Toay, antes de este traslado. Había trabajado para atender el recibimiento en el consultorio del Dr. Héctor Solanas, en la escribanía de Antonio Retolaza en carácter de dactilógrafo, y en el hotel Apolo de Oses y Alcántara, de mozo de la confitería. Habíojugado al fútbol, en la primera del Club Cochico, campeón de la Liga Victoriquence de fútbol, en el año 1933. La escuela me había vinculado a la biblioteca Bartolomé Mitre, y de la relación con mi compañero de aula en la escuela N° 7, Francisco Marzano, saldría una revista literaria, que apareciera en los primeros meses de 1933, con el título de “Palestra”. Llegué a Santa Rosa en un transporte colectivo de pasajeros que se había inaugurado por entonces que venía por Anquilobo, por un camino con guardaganados. Me alojé en la casa de un pariente de mi padre, con el que no tenía mucha relación hasta entonces, Manuel López, encargado del corralón de la Municipalidad de Santa Rosa. Vivia en una vivienda anexo al aditicio de la Panadería Muncipal, sobre la calle Juan B. Justo. Había venido a Santa Rosa a quedarme, de manera que me puse en campaña para lograr un trabajo. En el diario “Germinal” me conocían por el apellido en virtud de las colaboraciones que yo había remitido desde Victorica. El Presidente de la Municipalidad era el Dr. Juan A. Ozino Caligaris, eran además concejales, Victor Lordi, Quirino Eijo, y Bergonzi, por el socialismo. La Municipalidad, a través de mi pariente, me nombró en un tumo de peón de quince días. Salía a primera hora de la mañana, a cargo de una pala de buey, tirada por un caballo, hasta el lugar donde debía realizar la tarea en el camino de acceso de Ataliva Roca, enfrente a la quinta de Mansilla. Recuerdo el cerco de sina sina que separaba la quinta del camino. La sina-sina alejaba a la gente con sus espinas y la atraía con su ramillete de flores azules. Mi primera visión de mi trabajo de peón de calle de la Municipalidad, con régimen transitorio, ha quedado adherido en el recuerdo a aquel cerco de sina-sina, de la quinta de Mansilla. Cumplido aquel test de trabajo, no obstante los adelantos de intelectual que precedían de director de una publicación literaria y cronista de unos relatos del pueblo chico, luego de .una larga conversación, en su escritorio, el Dr. Juan A. Aiselmo Ozino Caligaris, me ofreció quedarme en Santa Rosa, como auxiliar en su estudio de abogado.
Por supuesto, me quedé en Santa Rosa. Aquí nace mi relación con Don Víctor Lordi. Fue una larga relación. Comí en su mesa muchas veces. A pesar de los años que nos separaban fue una relación de amistad que fortalecía mi precaria situación en Santa Rosa. Con una interrupción de mi incorporación al ejército a hacer el servicio militar, durante un año, permanecí en Santa Rosa hasta el año 1941, en que terminé de cursar la Escuela Normal, trabajando en el escritorio del Dr. Juan A. Ozino Caligaris. Yo viví allí, en un altillo construido sobre elgarage, en el patio interior, todo mi tiempo de estudio en la Escuela Normal. Lo he contado en una nota publicada en el diario “La Arena”, titulada, “Los templos de la Amistad, El escritorio del Dr. Caligaris”. Hablé junto con Lordi, en actos que organizaba el partido en el Territorio, aquí, en Santa Rosa, en General Acha y en General Pico. En el Fascículo No 2, del diario “La Arena”, titulada, “La política en la ciudad”, se inserta un trabajo del Dr, Miguel Ángel Mariani, bajo el título de: Alfonso Corona Martínez “Un protagonista de la política santarroseña”, en el cual se recuerda la división del partido ocurrida en el año 1934, el de mi arribo a Santa Rosa. Cita allí un documento intitulado “Lo que ocurre en el socialismo de La Pampa, fechado en Santa Rosa, la Pampa en el mes de mayo de 1934”, redactado por el Dr. Alfonso Corona Martínez, al alejarse del partido con otros afiliados. El documento que recuerda no tenía destinatario fijo de manera personal, pero se fundaba según lo dice Mariani en la premisa de que “El Partido Socialista tiene que ser completamente democrático para ser socialista y obrero”, condición teórica que habría sido desconocida por la conducción del Partido, entonces. Cuando llegué a Santa Rosa, la conducción del Partido la tenía fundamentalmente en la presencia de Víctor Lordi, y en la del Dr. Juan A. Ozino Caligaris, que era presidente del concejo municipal, y otros. Había en el ambiente del partido la situación que dejaba el alejamiento de un grupo de militantes, pero mantenía el nivel de actuación política en Santa Rosa, y en el resto del Territorio, sin problemas. En esta que pretende ser una biografía de Víctor Lordi, debo manifestar como testigo de ese tiempo, desde mi afiliación en el Centro de Victorica, que Víctor Lordi, no es el responsable de la división, las discrepancias teóricas podían mantenerse dentro del Partido, no hubo expulsión, sino alejamiento voluntario de un grupo de afiliados que disentían con al conducción que se había dado. No obstante mi proximidad con Lordi, nunca éste me habló para justificar nada de lo que había ocurrido, ni expuso un juicio sobre el socialismo de quienes se alejaban, si era mejor o peor que el suyo. Lo sentía como un desgarramiento del instrumento político que había contribuido a formar, el partido, y asumía la ruptura emocional propia de quien está comprometido con las ideas que ha servido con moderación y respeto en su vida diaria sin descalificar la posición de quienes se apartaban. Le bastaba saber que hay tiempos en los que ser honesto es ser revolucionrio, y no presumía de un saber teórico que no tenía. En las conversaciones mantenidas entonces con Lordi, supe cual era el título que había traído cuando se radicara en Santa Rosa. Tenía una autorización de la Municipalidad de la Capital Federal para ser constructor de cloacas. Conocía a través de esos estudios los problemas de salubridad pública que afectaban a las ciudades. Los extranjeros estaban habilitados por la ley de organización de los Territorios Nacionales a participar en la política local que establecía para el gobierno de los municipios, pero había obtenido carta de ciudadanía porque quería al país, para actuar con la entera responsabilidad de un hombre comprometido con su trabajo y su decisión política. Creía en el trabajo como un hecho fundamental en la vida humana. Era enemigo de la ostentación y el lujo, en la vida individual y en la colectiva. Vestía habitualmente pantalón azul y saco azul abotonado hasta arriba, con cuello volcado como el de una camisa. Podría ignorar que hubo un emperador romano que prohibía a las mujeres de los altos dignatarios del imperio atar el carruaje para trasladarse a un lugar a menos de un número de cuadras que podían hacerse de a pié porque significaba una manifestación absurda de poder, pero propiciaria una ordenanza para aplicar una tasa al atado de cuatro caballos a la carroza, porque significa una expresión de lujo fúnebre. Haría dictar una ordenanza para el traslado gratuito de los muertos al cementerio. En los días que estuve alojado en el corralón municipal acompañé al postillón, en el pescante del coche fúnebre municipal. Era triste el entierro de los pobres visto por las calles de la ciudad, despojado de todo boato, parecía agrandar la desgracia. Lo acompañé alguna vez en el campamento cuando iba con aquel camión Ford con una o dos personas a cambiar una máquina de un molino. Mientras ellos trabajaban me entretenía en caminar por el campo, y me acercaba al churrasco con el que se almorzaba, al pié del trabajo, sentados en el suelo. Le impresionaba un poco el micrófono que comenzó a usarse en aquellos días, el “fierrito” como lo llamaba, porque le quitaba movimiento en la tribuna. Mantener los labios en la proximidad del micrófono, advertir que si se apartaba se apagaba la voz le perturbaba la ^ilación del discurso. Nunca leyó un discurso escrito, en ninguna circunstancia. Tenía un dominio de la oratoria que le venía de adentro como una relación emotiva con el lenguaje. Dueño de profundas vivencias improvisaba con facilidad.
De los documentos periodísticos que he logrado consultar -fuera de los ya mencionados, diarios “Germinal” y “La Autonomía”-, vale la pena detenerse en un reportaje que publicara la revista “Surcos”, de la Asociación Agrícola Ganadera de La Pampa, cuando era dirigida por Miguel A. Menendez -un maestro conocido en nuestro medio por su actuación como director de la escuela primaria que funcionaba en la cárcel local- bajo el título”La grandeza futura del Territorio será las consecuencias de un presente laborioso”. Así nos expresa Don Víctor Lordi, en una reciente entrevista” -la hoja de la revista cuya copia he tenido a la vista no tiene fecha de edición,. La ubico en el año 1942 por otras referencias de notas sobre la Coloma Penal, y “acción argentina”, que se organizó en el país entre 1940 y 1943 (Diccionario Histórico Argentino – lone S. Wright y Lisa M. Nekhom, Editorial Emecé, 1990)- Miguel Menendez, lo entrevista en la casa adonde vive Lordi. Escribe, entonces: “El recibimiento cordial y sencillamente franco del que fuimos objeto por parte del dueño de casa, significó para nosotros una invitación oportuna para ahondar, en profundo, nuestro ávido interrogatorio. Don Víctor Lordi, en un comienzo nos favorece en la acción, más cuando entiende que el fin de nuestra entrevista es historiar su vida de activo industrial y extraer de ella el fruto de tantos años de laboriosidad tesonera, se parapeta tras una modestia que entendimos sincera y llana, y solo a reiterados requerimientos nuesros, bosqueja, en párrafos breves, firmes y sin afectación alguna, una reseña ligerísima que parecía ser más una opinión sobre su propia personalidad, puesta al juicio crítico de quienes le -nos dice- sigue estrictamente la línea del mayor esfuerzo, que es el trabajo. El encierra, para mi, la misión exclusiva del ser humano, puesto que en el se involucra la felicidad individual y colectiva, se adquieren normas dignas y honestas para comportarse en la vida de relación, y por sobre todo, se contribuye a valorizar las bases de una sociedad ideal, en la que los hombres formen su bienestar mancomunados en un esfuerzo inteligente de labor provechosa, sin intereses mezquinos y explotaciones que degraden el concepto noblemente humanista del trabajo”. “Muchos años marcan mis pasos en este rincón de la grandiosa e ilimitada llanura pampeana; en el está arraigado el móvil que determina mi vida y por él, ofrecí mis mejores esfuerzos empleándolos en distintas formas pero con un solo propósito, contribuir al progreso general del Territorio. Guiado por ese norte seguro que crea voluntades y vigoriza los espíritus la lucha por la vida. Realicé el comienzo de una actividad en muy pequeña escala en una época en que el adelanto a nuestra ciudad era incierto y sumamente lento. A fuerza de tesón y labor continua pudo llevar a un sostenido nivel de prosperidad a la industria que dirigía, y en esta forma llegamos a la actualidad con un mismo ritmo en las costumbres de mis talleres en el que actúo personalmente por el mantenimiento de una técnica que lógicamente la experiencia y el tiempo me han permitido adquirir”. El reportaje termina con las palabras que el periodista Menéndez encabeza su publicación. En los primeros años de la década del año cuarenta tiempo de este reportaje, Don Víctor incorpora a su actividad la de una inmobiliaria, inscribiéndose en la matrícula como martiliero. Están vinculados a esta actividad, Emilio Peruzzi, ex jefe de estación de Ferrocarril en Naicó, y el doctor Juan A. Ozino Caligaris, en la condición de asesor. La inmobiliaria funciona en su casa en la calle Mansilla. La provincialización del Territorio de La Pampa, en el año 1952, abre un amplio campo a la actividad inmobiliaria por el crecimiento vertiginoso de la ciudad de Santa Rosa. La revolución de 1943 con la disolución de los partidos políticos y luego la aparición y el triunfo político del peronismo en 1946, modificaron el mapa político del país. Escrito por Francisco López Urcola, el diario “Germinal”, seguía siendo una expresión del socialismo en Santa Ppsa. Detenido y procesado por desacato al Presidente de la Nación, vivió los últimos esplendores del socialismo de territorios que había logrado el gobierno de la municipalidad de diversos pueblos, entre ellos el de la ciudad de Santa Rosa, en el año 1925, con Don Víctor Lordi como presidente del Concejo Municipal. Es Francisco López Urcola precisamente, quien anticipa en dos notas biográficas publicadas en “El Diario” del 11 de mayo de 1992, un juicio de introducción en la historia del Centenario de la Ciudad, de don Víctor Lordi, y de Juan A. Ozinos Caligaris -también presidente del Concejo Municipal de Sata Rosa-. Esas notas breves y concisas, han influido en la redacción de este trabajo, escrito con referencias periodísticas y recuerdos personales. En una nota publicada por mí en el diario “La Arena”, en la edición del día 23 de julio de 1992, bajo el título de “Troje de mis Lecturas – La Pampa, poblada de anónima gente”, transcribo un artículo del diccionario enciclopédico ilustrado Gran Omega, sobre Pedro Pico, a quien se le atribuye el haber sido “el primer intendente socialista de Santa Rosa de Toay en La Pampa”. Esa referencia, como lo he asentado en esa nota, no es cierta. El primer presidente del Concejo Municipal en Santa Rosa, en el año 1925, fue Don Víctor Lordi. Pedro Pico fue concejal por el socialismo en algún período, en el largo tiempo en el que el socialismo fue una fuerza política importante en el Territorio de La Pampa.
En una nota que publiqué en el diario “La Capital”, en la edición del 24 de febrero de 1972, bajo el título “Geografía Lírica de la ciudad – La Plaza”, hice una descripción de los árboles, los bancos y los faroles que nos acercaban su piedad ante nuestra urgencia en cambiilo todo. Ubiqué en esa nota a don Víctor Lordi, todavía joven, arrimado al tronco del retoño del pino de San Lorenzo que había plantado. En los veinte años que han transcurrido desde esa nota nadie la ha desmentido por lo que la tengo por cierta con la información con que la escribí entonces. Santa Rosa tiene una calle que se llama Víctor Lordi. Es solo un incentivo para buscar el pasado. El homenaje a Víctor Lordi debiera tener un sentido más vivo y actual. La Municipalidad le debe a su recuerdo un letrero de bronce en el retoño del pino de San Lorenzo que sigue vivo en la Plaza San Martín que diga; “retoño o vastago del pino histórico de San Lorenzo, plantado por Víctor Lordi”. Sería un homenaje modesto y ejemplificante en una ciudad a la que los comerciantes han dejado casi sin árboles para exponer sus vidrieras al paso de los automóviles. En esta ciudad del centenario, extraña a la existencia del peatón, del hombre que camina embebido en el paisaje que nos vuelve familiar su retícula de calles paralelas con uns acacia shofora plantada por el presidente del Concejo Ozino Caligaris, o con un tilo plantado por el presidente del Concejo, Garay Vivas, ese letrero sería un reverdecer del sentido de los árboles en la conciencia urbana de nuestros días. Bacigaluppi, en un corto tiempo en el que fue interventor en la Municipalidad, dejó en una placa de mármol escrito su nombre con la inauguración del& mástil levantado frente al edificio, en la cale San Martín. El Monumento al clavo como lo llamaba el presidente del Concejo Sadit A” Peyregne, -en tiempo posterior-. Allí íbamos nosotros al amanecer a izar la bandera cuando éramos alumnos en la Escuela Normal, el 25 de Mayo y el 9 de Julio. La placa no existe ahora. Hubo quien le sustituyo la leyenda de la inauguración no sé con qué argumentos. En las calles, aislados, sobreviven de la desvastación de la ciudad en crecimiento, ejemplares de sóforas, de hacer-negundo, de tilo, de eucalipto, de olmo siberiano, de ligustro, plátano, que hicieron plantar los presidentes del Concejo, Víctor Lordi, Ozino Caligaris, Garay Vivas, cuando la Municipalidad tenía la responabilidad de arbolar la ciudad como un mandato de la conciencia colectiva. Arboladas fueron y arrasadas luego las avenidas España, (los Eucaliptos de Caligaris), la Avenida Belgrano (los Olmos siberianos de Garay Vivas), la avenida Edison (los Olmos Siberianos de Molteni), el acceso del camino a Toay, (la plantación de Cavero), el acceso de la ruta 35 del Norte (la plantación de De María de Vialidad Nacional, de la que quedan solo algunos vestigios). La Pampa seguirá siendo una anónima gente urgida por un presente que le impide buscar nada en el pasado, si no nos detenemos a mirar los arbole de las calles que caminamos y de las plazas vacias. Ellos están ahí, desde antes que cada uno de nosotros.

Biografia realizada por el Sr. Cristobal Cleto RODRIGUEZ KESSY – 1999

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