El próximo 24 de marzo se dejará inaugurado el Monumento a la Memoria
El próximo 24 de marzo se dejará inaugurado el Monumento a la Memoria que recuerda a los 51 desaparecidos pampeanos durante la última dictadura militar sobre los cuales se tiene registro oficial. El acto de inauguración organizado por la Municipalidad y el Concejo Deliberante de Santa Rosa, se realizará a las 11 horas en el predio del Parque Don Tomas ingresando por Avenida Roca.

El próximo 24 de marzo se dejará inaugurado el Monumento a la Memoria que recuerda a los 51 desaparecidos pampeanos durante la última dictadura militar sobre los cuales se tiene registro oficial. El acto de inauguración organizado por la Municipalidad y el Concejo Deliberante de Santa Rosa, se realizará a las 11 horas en el predio del Parque Don Tomas ingresando por Avenida Roca.
Los autores son el arquitecto Miguel García y el escultor Raúl Fernández Olivi, quienes contaron con la colaboración del ingeniero Director General de Obras del municipio Pablo de Dios Herrero, y el capataz José Tarrío al frente del grupo de obreros municipales.
El trabajo de construcción demandó ocho meses y el período de la obra desde su inicio hasta la finalización, se extendió por un año y dos meses.
En cuanto a la inversión, 120.000 pesos provienen de fondos del Ejecutivo Provincial y la Cámara de Diputados, cuya partida aguardaba su uso desde el año 2006. Esos fondos, afectados exclusivamente para la realización de esta obra, recién fueron utilizados durante la actual gestión municipal, quien además aportó otros 150.000 pesos, concretando la obra con un costo total cercano a los 300.000 pesos entre materiales y mano de obra.
La arqui-escultura, dinámica, con interacción de agua en su composición, tiene dos metros de ancho, un remate superior de tres metros y una altura de siete metros. Es de destacar que además cuenta con cuatro metros y medio de profundidad en sus cimientos. Esto se debe a las características del terreno, cuyas napas freáticas están muy cerca de la superficie. La excavación se realizó hasta encontrar la tosca, cuya fortalece sirve de apoyo para sostener las grandes dimensiones de la obra.
Está emplazada en una elipse contenedora, con la alegoría de una duna médano, que eleva la escultura, le da el espacio de observación y permite la circulación del agua. Este médano cierra su cara exterior con aplicaciones de 51 placas de mármol donde se grabaron los nombres de los homenajeados.
La idea de fuente de agua, que circula, se eleva y cae, representa simbólicamente el constante fluir de ideas, de compromiso, de acción y de lucha. La escultura intenta manifestar los sueños y proyectos que quedaron truncos con la desaparición y muerte de personas, representado en la parte superior de la obra en forma de mar tumultuoso. Este oleaje, sustentado por dos altas columnas que ofician de tronco de un gran árbol que deja caer desde la altura el agua que corre.