MEDICINA LABORAL 1902
Una epidemia de viruela complicó a los bisoños concejales digitados por la Gobernación.
Medicina Laboral
Una epidemia de viruela complicó a los bisoños concejales digitados por la Gobernación. Había un solo médico, el Dr. Oliver, y se daba el caso de que cuando debía salir del pueblo por razones de su apostolado, la población quedaba desguarnecida. Los municipales decidieron invitar a los ediles de Toay para que, juntos, nombraran un galeno que atendiera a las dos poblaciones. No tuvieron eco, y entonces lograron, solos, la incorporación del Dr. Lucio Molas.
Pero este al poco tiempo fue destituido a raíz de declaraciones públicas que formulara en el diario “La Capital” y que afectaron a los gobernantes de turno. La cuestión seguía problemática, y se envió un comisionado a Buenos Aires para contratar un médico con el anzuelo de un sueldo de …$ 100, que entonces “era plata”. Los Dres. José A. Fornés, primero y Adolfo Córdoba, después, aceptaron el cargo de médico municipal, pero ambos parece ser que no vieron el “negocio” de llegar de blanco a estas pampas bárbaras, y renunciaron antes de asumir. El puesto recién fue cubierto con la llegada de un médico porteño, el Dr. Galdós que aceptó la idea de venir a conquistar el desierto y salvar a sus moradores de viruelas y otros males. Sin duda, por razones obvias, un cuadro distinto al de la medicina social actual.
Extraído del Libro del Centenario 1892 – 1992