SE ENFRENTAN LA SUCESIÓN GIL Y LA UNIÓN PAMPEANA 1939
El Presidente de los Comisionados fue el profesor Selva, y la tarea de los representantes de la Unión Pampeana se hizo difícil tanto por la celosa y fundada oposición del Sr. Lordi en el Concejo, como por la pertinaz campaña de los radicales.
Se enfrentan la sucesión Gil y la Unión Pampeana
El Presidente de los Comisionados fue el profesor Selva, y la tarea de los representantes de la Unión Pampeana se hizo difícil tanto por la celosa y fundada oposición del Sr. Lordi en el Concejo, como por la pertinaz campaña de los radicales. Uno de los errores políticos de los comisionados de la U.P. fue el cierre de la panadería municipal, una de las “mimadas” del pueblo, medida que unió a radicales y socialistas en una lucha frontal. Así se integró una Comisión Vecinal donde figuraban nombres muy especiales, como Amit, D’Atri, Fiscella, Caligaris, Fernández Acevedo. El nuevo Concejo había prestado juramento el día 1° de mayo, resultando electo Intendente el profesor Selva, y de inmediato se desencadenó la lucha por la panadería. El día 6 de mayo hubo una tumultosa reunión del Concejo con una barra muy agitada, concluyendo las deliberaciones a las 3,20 horas de la madrugada siguiente. Una ejemplar asamblea de gobierno y pueblo, ambos seriamente interesados en la cosa pública. El día siguiente, domingo 7 de mayo, aquella heterogénea Comisión Vecinal llevó a cabo una anunciada asamblea en el Teatro Español (sala que como se ve no sólo era refugio de teatro intrascendente, sino que fue el lugar obligado de grandes manifestaciones ciudadanas).
La Unión Pampeana gobernó como pudo; mientras que Santa Rosa fue ese año visitada por el ilustre constitucionalista Sánchez Viamonte quien dio una conferencia y fue agasajado con una cena en la Casa del Pueblo.
Los concejales de la UP. para mejorar la imagen deteriorada por la cuestión de la panadería municipal, dispusieron reactivar el estudio de proyecto sobre pavimentación, lo que provocó la ira de su hasta ayer socio, la sucesión Gil, que no reparó en presentarse, ante el ministerio del Interior para propiciar la intervención de la comuna de Santa Rosa. No conforme con ello, la Sucesión Gil interpuso una demanda contra la Municipalidad de nuestra ciudad, por ¡nconstitucionalidad de aquella famosa ordenanza socialista del año ’33 sobre contribución directa (al baldío) que tanto preocupaba a la poderosa contribuyente. Esta oposición de la Sucesión Gil a los honestos y sinceros dirigentes de la Unión Pampeana, fue explotada por radicales y socialista en la campaña electoral de 1940. Las elecciones
Ese año eran para elegir dos concejales en reemplazo de los señores Selva y Andrada, que en el sorteo de bancas del 1 ° de mayo anterior, habían resultado con sólo un año de mandato, El triunfo correspondió a los socialistas que llevaron al concejo a los señores Enrique Samper y al tipógrafo Antonio Cavero, con lo cual se aseguraron la mayoría y la elección de don Víctor Lordi, otra vez Intendente. Los concejales de la Unión Pampeana, agrupación que languidecía políticamente, presentaron sus renuncias a las bancas, actitud que fue censurada por los partidos restantes y por la prensa por considerarla un menosprecio a la parte de la población que la había confiado su voto. El Concejo en reunión del 7 de mayo de 1940, dispuso rechazar las renuncias; al mismo tiempo que anunciaba la reapertura de la panadería municipal para el 1° de junio.
Extraído del Libro del Centenario 1892 – 1992